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El invernaje, ¿por qué?
Básicamente por cuatro motivos:
1. Reaprovechamiento de recursos
2. Ahorro económico
3. Facilidad de puesta en marcha en primavera de la piscina
4. Salud del agua controlada para el bien de sus usuarios
El invernaje, ¿cómo?
Existen muchas maneras de hacerlo.
Algunos claman a productos milagrosos que con una adición te olvidas de la piscina hasta el año que viene, otros -con más suerte- no
ponen nada a la piscina y "misteriosamente" el agua se les queda clara y transparente hasta la próxima primavera, y los que más, que han probado de todo y la piscina SIEMPRE finalmente la deben vaciar, limpiar
y rellenar cada año, como ese ritual agobiante del que toda la familia trata de huir a la que se acerca el momento....
Entre uno y otro extremo, existe un rango de desconocimiento y misticismo que conviene tratar de
romper y procurar empezar con conocimiento de causa.
La mejor manera de realizar el invernaje dependerá de las herramientas e instalaciones disponibles, el entorno y lo más importante: el trato recibido por el
agua en los meses anteriores.
Pero sin lugar a dudas, el MEJOR método de realizar un invernaje consiste en tratar de mantener las instalaciones en marcha pero a un ritmo inferior, practicar un plan de control que
consistirá en una hora de dedicación al mes (como mucho) y disponer de un cobertor de invernaje adecuado a la piscina.
Primero, vayamos por partes.
Muy resumidamente se puede definir que una piscina PUEDE invernarse para RECUPERAR el agua de manera cíclica, dependiendo de
cuantos "compuestos" solubles tenga el agua en comparación con el agua de llenado inicial (este valor se conoce como TDS acronimo inglés de total de sólidos disueltos), y/o en el caso de piscinas tratadas con
cloro, dependiendo del contenido en ACIDO CIANURICO (el estabilizante del cloro residual de los TRICLOROS y DICLOROS).
Contrariamente se puede decir que una piscina está condenada al vaciado, en cuanto el valor
del TDS y/o del ácido cianúrico (para piscinas cloradas sólo) supera un valor establecido.
Como se hace un invernaje.
Sea como sea (si es para recuperar el agua o para facilitar las tareas de vaciado y puesta a punto) se hará de la misma manera, simplificandolo mucho.
1. Lo primero de todo, es disponer de un cobertor de invernaje. Los hay de muchos tipos, calidades y cualidades.
El mejor es aquel que sea resistente a heladas, inclemencias metereológicas variadas, la caida de
personas y animales, y tambien que tenga una barrera contra la luz solar TOTAL.
Un cobertor de estas características para una piscina de 32m2 suele costar cerca de los 600Euros y dura casi toda la vida si es tratado
con cuidado.
Es relativamente fácil de colocar y mantener. Conviene que sea de muy buena calidad y que esté bien instalado, ya que el viento -por ejemplo- lo puede dañar fácilmente.
2. Seguidamente,
conviene ajustar progresivamente ciclos de filtración de modo que la maquinaria esté en contínua marcha de acuerdo a la temperatura.
En el punto que la temperatura del agua logre llegar entre 18-16ºC el sistema
de filtrado deberá ser capaz de remover el volumen de la piscina UNA vez al día, y bajando de 14ºC con MEDIA renovación es suficiente (4 horas y 1-2horas/dia aprox respectivamente).
Nota: Los ciclos se calculan muy fácilmente, ya que cada "renovación" o "recirculación" equivale al tiempo en horas que la bomba es capaz de hacer
pasar un volumen igual al de la piscina. Por ejemplo, si la piscina tiene 50m3 y la bomba mueve 10m3/h, necesitará 5 horas.
3. El tratamiento químico.
Desgraciadamente esta es la parte MAS importante, y no sólo para el tema del correcto invernaje!
Conociendo la falta de afición a la química muy básica del 99.99% de los propietarios de una piscina, los
cuales se conforman con tratamientos basados en leer dos lineas en una etiqueta de un producto comprado en la tienda de piscinas, trataré de ser lo más simplista posible, a pesar de ser el peor procedimiento de todos
los aplicables.
Se trata de mantener la piscina con lejía y un algicida de iones de cobre quelado (evitar emplear sulfato de cobre "a secas", a un pH de 7.0 para lo cual no será necesarío nada más que analizar el pH
y seguir las indicaciones de los cuadros finales.
4. Controles adicionales.
Con la piscina de esta guisa, es convienete marcarse un plan de actuación para revisar el sistema de filtrado.
Es una
tarea similar a la del mantenimiento en verano, pero con un espaciado de tiempos muy superior, por lo que es algo cómodo y carga de trabajo.
Con lavar el filtro (si es de sílex o zeolitas) una vez cada mes y medio, o
en su defecto cada vez que la presión así lo indique, será suficiente. Para filtros de diatomeas aplicar una regla similar, pero vigilando más la presión.
Retirar hojas que hayan escapado de la lona cobertora es una
tarea importante ya que estas contribuirán a estropear el agua si las dejamos mucho tiempo en remojo.
En general se debe planificar una serie de controles básicos de limpieza general. Nada más que eso.
Límites para poder reutilizar el agua tras un invernaje.
Honestamente, estos
son los valores LIMITES que permiten un invernaje correcto con una sabia reutilización del agua:
TDS, cuando la diferencia entre el agua de aporte (del grifo) y la de la piscina tenga una diferencia de 1500mg/l (o
ppm) o en todo caso cuando el valor de concentración del TDS en la piscina supere en cualquier caso los 2000mg/l. Es decir, que si el agua del grifo tiene 600mg/l y la de la piscina 1.400mg/l, esta agua se puede
reutilizar sin problemas. Si el agua del grifo tuviera 1.200mg/l y la de la piscina 2.100mg/l... NO sería recomendable reutilizarla.
Para piscinas tratadas con electrólisis salina, la anterior regla es
válida, pero se deberá proceder previamente a DESCONTAR el contenido de sal CONOCIDO en el agua (mediante un analizador). NOTA: si existen peligros
de heladas prolongadas (media diaria por debajo -1ºC), se deberá PARAR el sistema de filtración y proceder a proteger la piscina instalando flotadores de expansión <<<< pendiente de revisión>>> |
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